La mudanza a la casa de Rafael Ojeda fue sumamente favorable para nuestras sesiones de meditación. En su casa de soltero disfrutábamos de mucha más privacidad y tranquilidad que en la casa de los Riera, por lo cual nuestra concentración mejoró un 100%, esto fue permitiendo que todos comenzáramos a tomar mucho más en serio nuestro objetivo.
"La Hacienda" era una urbanización que para la época estaba casi deshabitada, por su ubicación alejada de los dos centros urbanos, Cabudare y Barquisimeto. La casa de Rafael se encontraba ubicada entre terrenos vacíos, por lo que el aislamiento era muy provechoso y casi no percibíamos ruidos que no fueran los creados por la naturaleza.
Rafael era el mayor del grupo, su profesión es músico, y dictaba clases en el conservatorio de Música "Vicente Emilio Sojo" de Barquisimeto, junto con La Nena y Rubén habían formado un grupo de música antigua enfocada a los siglos de la Edad Media, Rafael tocaba el violíncello y el piano, Rubén la guitarra clásica (graduado de la misma en Madrid) y La nena era la cantante, el grupo se llamaba Giga 3, y llegó a tener popularidad entre los amantes de esta música en Barquisimeto
Al principio seguíamos los mismos que habíamos comenzado en la casa de Los Riera, Rafael,Rubén,Andrés,La Nena ,Laura y yo. Todas las noches o casi todas, a las 10 de la noche comenzábamos con la meditación. Nos situábamos en la salita de la casa y nos sentábamos en circulo sobre una alfombra tipo persa de colores verde y rojo. Al extremo de la sala había un portón de vidrio que daba hacia el jardín interior y al otro extremo estaba el piano y los otros instrumentos que dejaban allí después de sus prácticas, habían dos ventanas de romanilla de vidrio que daban hacia la calle y estaban cubiertas por unas cortinas de tela clara. Nos colocábamos en posición de yoga con los índices y pulgares en contacto, y las rodillas de cada uno rozaba a la del otro como para darnos más confianza y unir esfuerzos.
Antes de comenzar, con la luz apagada, rezábamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria, e invocábamos la protección de Dios, terminadas las oraciones pronunciábamos el mantra Amsala Potala tres veces al unísono e iniciábamos la concentración. El grabador era colocado en el medio para registrar cualquier sonido.
Debo decirles que allí sucedieron muchas cosas inexplicables y extrañas, pero voy a tratar de contarles las más interesantes.
Una noche escuchamos un ruido que nos asustó a todos, parecía que había caído un piano sobre el techo de la casa, !así mismo¡,! un piano¡, porque tuvo algo de musical el golpe. Por supuesto salimos a ver que era pero no vimos ni oímos más nada.
Luego en una sesión escuchamos unos pasos que se originaban desde un pequeño pasillo que comunicaba la sala a los cuartos, los pasos llegaban al salón y no nos atrevíamos a abrir los ojos, cuando sentimos como un velo o algo parecido nos acariciaba el rostro suavemente e inevitablemente los abrimos casi todos al mismo tiempo, con los ojos desorbitados y cara de susto.
En fin, los sucesos de tipo paranormal fueron sucediéndose casi a diario, una vez nos movieron la alfombra, otra, sacudieron con fuerza un mata frondosa que estaba en un macetero en la esquina de la sala justo a mi lado. Esa vez, todos me acusaron de haber sido quien movió la planta.
Estos hechos nos asustaban un poco, pero sobre todo a las mujeres. Los cuentos se fueron regando sobre lo que hacíamos y por supuestos muchos curiosos quisieron participar en las reuniones para ver qué de ciertos eran nuestros cuentos. No sé exactamente cuántas semanas nos llevó todo este proceso, pero sin temor a equivocarme mucho, calculo unos tres meses más o menos.
Un día varias personas nos solicitaron seriamente participar en una sesión, que vamos a llamarla ampliada, se agregaron a nuestro grupo ese día Rosario Anzola, Milagros Rossel, Octavio Seijas, y Juanita Colmenárez y no me acuerdo si hubo otros. Ya todas estas personas sabían las cosas extrañas que nos habían sucedido y cual era el procedimiento para entrar en meditación.
Pero ese día, mejor dicho esa noche, pasó lo que menos yo esperaba, mucho menos el grupo. Sucedió lo inesperado, y sobre todo con personas con las cuales no habíamos practicado la meditación.
Quiero decirles que todo lo que a continuación voy a narrarles es auténtico y lo juro por mis hijos que es lo más sagrado y la bendición más grande que me ha dado Dios que esto fue lo que me pasó.
Comenzamos la meditación como siempre,diciendo las oraciones y el mantra, luego al cabo de unos 30 minutos, calculo, comencé a sentirme raro, tenía una sensación extraña, pero agradable, no sabía exactamente como describirla, pero me invadió una paz y una tranquilidad increíble, hasta allí todo iba muy bien, cuando sentí que mi estómago se hundía involuntariamente, como una especie de espasmo que me obligaba a expeler el aire que contenía; eructé sonoramente, cosa que me dio vergüenza con los que estaban presentes, y de pronto sentí una energía que me recorría toda la columna vertebral desde la cintura hasta el mismo cerebro llegando a mi entreceja como un fuerte resplandor, una luz maravillosa que iluminó mi conciencia, al mismo tiempo comencé a proferir unas palabras que salían de mi boca involuntariamente pero que las escuchaba claramente, es decir yo las pronunciaba pero no eran mías ¿me explico? el asunto para mí era muy confuso, pero algo me guiaba o me conducía sin presión a que me dejara llevar por esa fuerza. Al final de todo este proceso que sucedió en segundos, emití una voz profunda, que salía de mi estómago y que dijo !QUE LA PAZ Y EL AMOR SEA CON USTEDES¡ SOY EL HERMANO ADMAHJED MAHJIS MAHATMA.(El nombre lo escribo conforme al dictado del mismo Hermano)
No sé cómo me miraron todos los presentes, pues yo permanecía con los ojos cerrados, sentía que no podía abrirlos mientras hablaba. Porqué esa noche se le antojó bajar o contactarse, nunca lo sabré.
Él les dijo que estaba allí para enviar mensaje a todos los que estuvieran interesados en su desarrollo espiritual, que su misión era orientarnos en este mundo que estaba destinado a vivir etapas difíciles, en fin, su discurso se orientó a decirnos que teníamos que perseverar en la fe, creer en Dios, etc. No mencionó nada que tuviera que ver con otro mundo o naves espaciales .
Esto quedó grabado. Por eso sé lo que dije, por que después me era un poco difícil recordar exactamente lo que decía, pues era algo que yo no controlaba, creo que en vez de escritura automática yo lo llamaría parlanchín automático. Al final de la sesión se despidió invitando a los presentes a incorporarse a la formación. Ya en silencio, abrí los ojos muy pausadamente, y comencé a monitorear los rostros de los asistentes. Bueno creo que me miraron al principio como bicho raro, creo que estaban esperando que yo les hablara, como efectivamente fue, lo primero que alcancé a decirles fue: No sé que me pasó, les juro que esto no lo inventé yo.
Ellos me contestaron que efectivamente ellos sabían que no fui yo, pues la manera como hablaba y el tipo de voz que me salía no parecían fingidos, la voz era profunda pero melodiosa y el acento era como de un castellano antiguo. Cuando me dijeron todas sus impresiones acerca de lo sucedido me imaginé que mis compañeros me iban a jugar bromas al respecto, pero, para mi sorpresa, todos sintieron que algo diferente a mí era quien hablaba. Por mi parte, lo único de lo que estaba seguro, es que yo conscientemente no hice trampas, pero me preocupaba que si mi deseo era tan fuerte por comunicarme con algo, haya podido mi subconsciente crear un ser artificial que respondiera a mi deseo.
Por esta preocupación, siempre pedía antes de entrar en meditación, que se manifestaran de manera que no existiese dudas de que no era yo quien en realidad les hablaba.
Aparentemente mi petición fue escuchada porque empezó a manifestarse de forma diferente y convincente. Desde la primera noche en la que hablé, cada vez que el Hermano iba a comenzar hablar, me sucedía lo de los espasmos y el eructo, lo que no se repitió más fue lo de la energía y la manifestación de la explosión de luz en mi mente. Entonces comenzó a suceder también algo curioso, casi en el momento en que yo comenzaba mi contacto, un perro del vecindario aullaba hasta que terminaba el saludo. Eso lo tomamos como una señal de que el perro percibía algún tipo de energía que lo obligaba a tal manifestación.
Otra vez al terminar de hablar todos sentimos como si nos hubiesen pasado por la espalda una especie de alambre u objeto que nos causó cosquillas, pero a mi amiga Laura ese día le dibujaron una cruz en la espalda, como si hubiese sido un rasguño, la marca, dice ella que aún la tiene. Luego, mi amigo Rafael nos contaba que después que lo dejábamos solo en su casa, comenzaba a escuchar ruidos de pasos y voces por lo que empezaba a asustarse. Otro día estando el grupo Giga 3 ensayando en su casa, un cenicero que estaba sobre el piano se cuarteó sin que nadie lo tocara. El asunto es que las manifestaciones se iban haciendo mucho más evidentes e inexplicables.
Una noche no sé que fue lo que exactamente había ocurrido dentro de la casa, el asunto es que asustó mucho a las mujeres por lo cual decidieron retirarse definitivamente de las meditaciones. Creo que fue un ruido espantoso que oyó dentro de una habitación, como si algo hubiese chocado dentro de ella. Bueno, todos empezaron a decir que la causa de todos aquellos fenómenos era yo, que con mi mente estaba produciendo todo y que tal vez el Hermano era producto de mi inconsciente.
Al final yo estaba por creer lo mismo, pero sucedieron dos cosas antes de que el grupo se disolviera. Ya los últimos que todavía estaban conmigo eran Rafael y Rubén, un día le llegó de visita a Rafael un amigo de Valencia llamado Denis, éste le contó todo lo que había pasado por lo cual se sintió interesado y nos acompañó a una meditación. Esa noche éramos tres nada más, comenzamos como siempre, la luz apagada y sentados sobre la alfombra en posición de yoga, a los minutos casi al mismo momento, por no decir que en ese mismo momento, cayó un relámpago que iluminó por unos segundos la sala y al abrir los ojos vi lo que nunca me imaginé ver, una persona con los pelos parados de punta, comencé a hablar pero para sorpresa de todos quien habló no fue Admahjed sino alguien que se identificó como el Hermano Celestial, este "ser" habló todo el tiempo en verso, si hubiésemos estado en esta época, hubiese dicho que era un cantante de rap, la verdad es que se dirigió en forma muy dulce con una voz tenue, diferente a la del otro Hermano, Lo que dijo no lo recuerdo, pero fue como una especie de advertencia a la incredulidad, repitió palabras del Evangelio y reiteró algo sobre los tesoros que se encuentran en el cielo. Después de ese encuentro, no volví a tener contacto con ese "ser".
Rafael, ya se mostraba cansado y agotado con las cosas que pasaban en su casa, por lo que me citó a mí solamente para someterme a una sesión de prueba para interrogar al Hermano Admahjed. Yo presentí de algún modo que Rafael lo que quería era como desenmascararme y mostrar de una vez por todas que era mi inconsciente o definitivamente yo quien era el responsable de todo.
Noté cierta tensión en su rostro, me dijo sin tapujos que definitivamente quería probar si yo era un fiasco o un hábil estafador. Sé que el tenía muchas dudas, pero sabía que los hechos eran inexplicables, había una presencia de alguna energía en esa casa. Comenzamos la meditación, pero yo en verdad no me sentía concentrado, pues la actitud de Rafael me llegó a parecer hasta hostil. Pasó un rato y sorpresivamente el perro aulló y Admajed se manifestó con su saludo de paz y amor. Rafael se levantó y me dijo, si es verdad que tú eres un ser superior debes hablar cualquier idioma del planeta, él le contestó que sí, que lo único era que su vehículo o sea yo, no estaba condicionado para hablarlos, entonces Rafael me dijo, !Ah¡ ya pusiste una excusa para salirte con la tuya, allí comencé a ponerme nervioso por el tono de voz un poco alterado de Rafael, él le replicó, Si quieres háblame en el idioma que quieras y él te responderá pero en su idioma o mejor voy demostrarte que él no contestará esta noche, vez ese objeto musical que guinda en tu puerta, (se refería al móvil de cilindros de metal ) pues lo voy hacer sonar una vez para responder sí y dos veces para responder no, él solo observará, de manera que no lo culpes de lo que aquí pase.
A Rafael como que le pareció mejor esa idea, pues podía apreciar cual era el poder del Hermano, y verme a mí completamente consciente. Recuerdo algunas cosas, no todas, ni exactamente, empezó tocando piezas clásicas en el piano y le preguntaba si era la nota tal o la cual, le hablaba todo el tiempo en alemán, idioma que hablaba perfectamente, creo yo, bueno lo que sé era que al final Rafael se veía frustrado pues el Hermano le contestaba a través del sonido del móvil sus preguntas, al final yo tuve un impulso de decirle que él iba tener la gran prueba, que esperara el momento.
Hasta aquí llegó la última sesión, ya nadie quería seguir, excepto yo. Después de esto seguí asistiendo a unas reuniones de grupos de meditación que se habían formado en Barquisimeto a raíz de la conferencia del Ing. Castillo, y que por cierto, Rafael me acompañó en algunas ocasiones.De esas reuniones surgió un grupo guía llamado grupo Atlas, así cada grupo tenía un nombre según se lo hubiesen adjudicado los supuestos contactos alienígenas. A nosotros nunca nos hablaron de eso. En ese grupo Atlas había un personaje de nombre Eduard que era el "vehículo" de un capitán de una nave de las Pléyades, de esta persona hablaré mucho más ampliamente porque será pácticamente el protagonista de muchos capítulos que tienen que ver con mi mejor experiencia acerca de estos asuntos.
Ahora quedaba esperar, mientras tanto, estudíábamos, atendía mi librería y escribía un libro de cuentos llamado "VIVA LA P.E.P.A".