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martes, 28 de febrero de 2012

PARTE: 3 "La memoria no se pierde...se olvida!!!"


Después de una larga pausa, en la cual me dediqué  a recordar con detalles todo lo relacionado con esta historia extraña pero real, trataba de ubicar bien en el tiempo cada espacio del relato, puesto que las fuentes de información del mismo, eran tres; la primera  fue la de mi primo Raúl, la segunda muchos años después, diría, como unos 15 años, de otra persona que me llevó a una tercera, que conoció a los protagonistas, muchos años transcurridos los sucesos que ahora  les cuento. Como podrán apreciar la cuestión no era nada fácil, ya que cada quien aportó datos que tendría, obligatoriamente, que ordenar y darles necesariamente un estilo narrativo lo más sencillo posible, pero ciertamente interesante. Con el permiso de Ustedes, prosiguiré la historia.


La Sra Patricia prepara de nuevo a sus hijos, -Le diremos a Papi que de nuevo ocurrieron cosas extrañas en la casa- por un momento se quedó pensativa y dijo:- Ojalá y ocurriera algo cuando él esté aquí, así me quitaría esa responsabilidad y terminaríamos con todo esto para ver que hacemos...-
El reloj marcó las seis, dentro de pocos minutos el Dr. Diaz atravesaría la puerta principal de su casa, los niños estaba en su alcoba jugando, la Sra Patricia en la cocina dándole los últimos retoques a la cena.

-Mi amor  ya llegué- se oyó la voz socarrona del Dr. que apresuraba sus pasos hacia la cocina donde siempre estaba su abnegada esposa,.- Mi cielo ¿que hay de comer? - preguntó mientras se servía un vaso con hielo para tomarse un trago de licor antes de comer- .-Plátanos horneados con queso como a tí te gustan mi amor- contestó solicita su esposa.-  Espera que voy a subir a llamar a los niños para que bajen a cenar- le dijo mientras se retiraba hacia el segundo piso de la casa dejando a su marido solo por unos instantes. El Dr. Díaz se relajó en su silla acomodándose y dispuesto a disfrutar de su plato favorito cuando de repente sintió que alguien estaba a sus espaldas resoplando su cuello, volteó rápidamente y vió algo sumamente espantoso, un cuerpo sin cabeza que sostenía en su mano derecha lo que parecía ser precisamente la parte que le faltaba cuyo rostro horripilante le hablaba diciéndole: ¿Ahora crees grandulón? . El Dr Diaz quedó paralizado, sus ojos estaban desorbitados, su mente no terminaba de procesar semejante aparición, cuando al fín logró balbucear : -Miii amorrrr.............me oriné!!, acto seguido se desmayó cayendo sobre la mesa como un fardo pesado y viejo, tumbando los platos y cubiertos  que estaban a su alcance. El alboroto hizo que su esposa y los niños bajaran apresuradamente a ver que ocurría, se asustaron cuando vieron a al Dr. tendido sobre la mesa.


Ya restablecido y sentado en el sofá de la sala, el Dr. Díaz permanecía callado...mudo...como aislado del mundo...profundamente pensativo.....recordando...buscando en su memoria. Su familia lo observaba...esperando, ligando que no se le hubiera olvidado lo que le había ocurrido, querían saber si pasó lo que ellos temían...el espanto apareció!

viernes, 17 de febrero de 2012

ACLARANDO DUDAS...PORSIA!



Bueno mis piadosos lectores, quiero aclarar que con mis relatos no pretendo hacer una narración que encarne una especie de texto hermético ni mucho menos. Simplemente les cuento anécdotas, especialmente las ocurridas durante mi juventud y época de estudiante universitario.

A veces me encuentro con el dilema, duda o disyuntiva de contarles estos hechos, puesto que lo primero que se les viene a la mente es: ¿Será esto verdad? o es puro cuento.


Los relatos aquí  expuestos son verídicos, algunos porque  los viví y los protagonicé sin la menor duda,  otros, porque quienes me los contaron merecen de mí toda la confianza del caso, además de que yo averigüé por mi cuenta algunas cosas para confirmar por lo menos un 90% de su veracidad, pienso, si es que para el momento de mi muerte todavía exista este blog, sirva de archivo histórico de mi vida para que mis hijos y nietos conozcan algo de su padre y de su abuelo.

Una vez le dije a mi hija Vanessa, " los hijos sólo saben la mitad de la historia de sus padres", demasiadas vivencias íntimas jamás serán escuchadas por nuestros hijos, a veces podrían ser banales pero significativas, nunca se los contaremos si ellos no nos preguntan, por eso he encontrado en la escritura de este blog la oportunidad de "contar esos cuentos" que nunca hemos tenido oportunidad de contar con lujo de detalles, por que a diferencia de la narración oral, la escrita goza de la permanencia y a pesar de interrumpirla siempre estará ahí al alcance de nuestros ojos.


La  historia "extraña pero real" no es protagonizada por mí, simplemente la escuché de su fuente primaria, personas que conocieron de cerca los acontecimientos y que por lo menos doy fe de la credibilidad de una de ellas. Esto lo digo a manera de advertencia ya que el relato está lleno de situaciones comparables a los cuentos de hadas, a mí particularmente me recuerda al argumento de una película de Walt Disney llamada "La Montaña Embrujada". Si la vieron verán porqué.

Parte 2: Buscando respuestas...encontrando fantasmas!!!

Afuera, aún temblando, los morochos no dejaban de gritarle a su padre que se saliera de la casa.La Sra, Patricia, era una joven señora, hermosa e inteligente, amantísima madre preocupada por todos los detalles de su famila, y está situación inesperada la había conmovido intensamente, jamás había presenciado algo tan insólito, sus pensamientos estaban confusos, abstraida del momento que vivía. Pero sus hijos la hicieron volver a la realidad: !Mami¡ mi papi te llama, en seguida reaccionó, los agarró fuertemente por las manos y se introdujo de un zopetón hacia el interior de la casa, se dirigieron a la sala y alli se sentaron en un largo sofá, ansiosos por relatarle detalladamente su experiencia a su esposo que la observaba callado desde la escalera mientras terminaba de otear el ambiente donde estaban.
Bajó los tres escalones pausadamente, como si quisiera contar los pasos que lo llevarían hacia el sofá, acercó una silla tejida de mimbre con ratán y se sentó frente a ellos: A ver ¿que fue lo que vieron ustedes?, preguntó con el ceño fruncido y labios apretados para no proferir ningún tipo de ruido que lo impidiera escuchar atentamente lo que su familia le iba a contar. A continuación los hijos y su mujer abundaron en detalles sobre el hecho ocurrido, al terminar de oírlos exclamó:- !Imposible¡ ! Imposible¡ Ustedes están viendo visiones, jamás creería en algo semejante y tan fantástico.-
-Por favor papí, créenos-, un mounstruo horrible sin cabeza se paseaba por la casa.-
-Sí mi amor no son inventos nuestros, !te lo juro¡ yo los ví- le decía angustiada su adorada esposa.


-Tendré que verlo yo mismo- dijo a manera de sentencia- de otra forma tendré que creer que mi familia se está volviendo loca...loca sin remedio- terminaba de hablar mientras caminaba hacia su habitación. Pasaron varios días y no pasó nada extraño en la casa delos Díaz. Aleta y Arturo sobrellevaron muy bien la experiencia, y...cuando ya casi no se acordaban de la misma, sucedió en una noche calurosa marabina, que los objetos de la casa parecían que habían cobrado vida, los platos, ceniceros, floreros, etc. volaban por el aire como si una mano invisible los llevara de un lado a otro. Los niños observaban atónitos aquel fenómeno, pero extrañamente no los embargaba el miedo, al contrario disfrutaban de aquel espectáculo sobrenatural con la mayor naturalidad.
La Sra, Patricia que en ese momento se encontraba cocinando, también observaba con extraña calma como los cuchillos, cucharas y trapos sobrevolaban la espaciosa cocina dibujando circulos invisibles y danzando con una armonía asombrosa alrrededor de la mesa del comedor. de repente todos los objetos volvieron a su sitio de partida. La Sra, corrió hasta donde estaban sus hijos y los encontró riéndose de lo que habían visto hacía unos minutos._ Ahora ¿cómo se lo contaremos a papi? dijeron al unísono los pequeñuelos a su madre que también sonreía al pensar en la cara de su marido.