no sé niño que naces
ni sabré pequeño infante,
en que remoto pasado,
has sido concebido.
oye tú, adolescente mente,
en que futuro barco
vas navegando hasta perderte.
Mira adulto serio,
ve lo que tú quisieras,
mira el mundo que forjaste
y que no tuvo valor
para cambiarte!
por la juventud que abandonaste,
esperas rozagante,
que un amor nuevo
te levante!
Escucha anciano misterioso,
que acosas la vida misma,
cuando ves tu historia insólita
con su recompensa lista,
para morir goloso
y lleno de risa
al compás de tus recuerdos
entre dichas y desdichas.
Alí Hernández Abrahan