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viernes, 1 de junio de 2018

Micro Relato .Un Cuento Sin Tiempo




Cuenta la historia de un tipo muy raro, que extrañaba a su esposa que murió hace años.

La memoria atormentaba a su alma, recordándola como si fuese ayer.
La piel, su perfume y la suavidad de sus labios, el calor de la vida en cada beso apasionado.

Las palabras grabadas del último adiós, los ojos empañados de alegría por saber que ese amor nunca moriría.

Y gritaba:
Memoria despiadada para qué sirves, sino está mi amada, no me tortures más, los recuerdos viejos no deben volver.
El hombre viejo vertió una lágrima, pues su deseo no podía ser, de ese gran recuerdo jamás se podía deshacer y sufriría hasta un nuevo amanecer.

Triste vivió el hombre viejo, recordando momentos en los que fue feliz con su amada.

El anciano, parado en el risco, donde la brisa golpeaba, su rostro reía al ver que fallaba, su espíritu iba buscando su amor y exclamaba:
¡Memoria ingrata, vuela de aquí, no vendrás conmigo cuando vaya a partir!
Esperando su vuelo, ya tiene el boleto para el viaje sin tiempo.

El viejo partió y a su memoria dejó, al otro lado llegó y con su recordada amada se encontró.

Ella le dijo: Aquí no hay presente, pasado o futuro, la eternidad es el sin tiempo que nos espera mi amor. Para siempre, por siempre. Sin agujas que marque el reloj, sin calendarios que indiquen tus días.

Entonces por Ley Divina, campanas y risas, abrazos y albricias, se unieron el niño-joven-viejo con su otra parte niña-joven-vieja, en otro universo distinto que nunca terminaría, en constante crecimiento. Jamás perecerá.
Pues el verdadero amor es así, sin tiempo y sin momentos, sin recuerdos y sin presentes…Infinitamente para siempre.

Alí Hernández Abrahan