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domingo, 24 de mayo de 2009

Cambio de título...!Era necesario¡


Estimados lectores he decidido cambiarle el nombre a mi blog ya que aparentemente existen muchos con el uso de los anteriores términos. En razón de guardar lo más posible la originalidad, coloco este nuevo nombre con palabras poco comunes, no salidas del diccionario sino de la creatividad idiomática y del uso o abuso de la licencia poética; a lo mejor peco de ingenuo, pero esa es mi intención. La publicidad y la dinámica global han dado paso a un discurso nuevo que incorpora a diario un nuevo léxico que trata de ganar espacio en la construcción de nuestro idioma, los inventos y las nuevas dinámicas educativas introducen propuestas lingüísticas que tratan de explicar las nuevas realidades.

Hasta los momentos he descrito en mi blog una serie de anécdotas referentes a mi etapa juvenil, que están destinadas a relatar mis experiencias en campo de la ufología y las ciencias esotéricas, cuestión que hago porque en muchas ocasiones me piden les cuente con detalles sobre los mismos, de manera que con esta etapa estoy tratando de cubrir esas vivencias que son muy significativas en mi vida. Mi experiencia autobiográfica puede orientar a muchos jóvenes que se están interesados en estos temas y a personas que me "conocen" y que nunca habían escuchado estos relatos.

Cuando termine esta etapa, pienso escribir sobre mis poemas y cuentos, además de exponer temas educativos y políticos que me interesan sean discutidos. Entonces las palabras Anécdotadas cubren mis expectativas narrativas y la de Estrofadas a las de mi parte humanística...

Y como estribillo del título expongo un pensamiento propio "la vida es un poema cuyos  versos son altisonantes, la rima la pone Dios y el ritmo lo pone uno.."

Espero haber cumplido con esas expectativas...Gracias por leerme.. Agradezco cualquier comentario al respecto.

sábado, 2 de mayo de 2009

Capítulo 11....¿Encuentros de Tercer Tipo...?


  
                                          





Después del viaje a Caracas y de nuestro inolvidable encuentro con Hugo Blanco, se reanimó el movimiento de los círculos de meditación y comenzó una nueva etapa de euforia entre sus miembros.

Eduard, el "contactado" del grupo "Atlas" comenzó a recibir una serie de "mensajes" que supuestamente le estaban mandando los alienigenas para que planificara un  encuentro de tercer tipo (contacto personal, cara a cara, con los extraterrestres) que se daría en el transcurso de los próximos meses, sin fijar una fecha, la cual sería revelada por ellos cuando considerarían que nosotros estuviésemos preparados para tan magno evento que marcaría un hito en la historia de la humanidad, pues serían revelados importantes misterios sobre la vida en la Tierra, incluso una posible cura al cáncer.

No les quiero ni contar la conmoción que se produjo con aquellas premoniciones sobre el insólito evento del cual muy pocos seríamos testigos, de lo único que se hablaba en las reuniones de los círculos era sobre eso.

Comenzó entonces a dictársenos una serie de instrucciones que debíamos acatar
  al pie de la letra, so pena de no ser seleccionados para el contacto. Entre algunas de esas "indicaciones" nos prohibía la ingesta de alcohol, o sea total abstinencia hasta tanto no se realizara el encuentro, así mismo, no tomar ningún tipo de medicamento, comer solo vegetales y verduras, ingerir frutas cítricas y no tener relaciones sexuales ni ningún tipo de actividad sexual que significara pérdida de "jugos vitales". La meditación debía ser a diario y de por lo menos 1 hora.

 En fin debíamos preparar el cuerpo y el espíritu para que nuestras "vibraciones" fueran armónicas y saludables, aumentando así nuestro "magnetismo astral" y poder recibir "purificados de mente " las ondas telepáticas que nos harían comprender "el lenguaje" de Los Hermanos Mayores.

Cada mensaje siempre estaba impregnado de grandes expectativas, pero... a mí me ocurría que comencé a recibir mensajes "pensamientos" que me advertían sobre algo que no estaba bien, había algo que me inspiraba desconfianza, y casi que mi misión era descubrir ¿qué  era?, así que inclusive en una de mis meditaciones solitarias en mi habitación, me sucedió que recibí claramente un mensaje en donde tenía que llegar al final del asunto, casi que me muero del susto cuando al terminar de recibir el susodicho mensaje, entró un ventarrón repentino por mi ventana cerrando de sopetón las rendijas de la misma al tiempo que la puerta del baño se cerró violentamente, brinqué literalmente de mi cama y me quedé anonadado sin saber que pensar, y me vino de repente la misma sensación que sentí cuando me sucedió lo de las "esferas" y le había dicho a Rafael que "esa" era la prueba que el pedía. Así que decidí aceptarla como una especie de llamada de atención para que tuviera más   fe en lo que hacía.

Convencido de que me estaban "guiando" me dejé llevar, esta vez sin resistencia, en las siguientes meditaciones. En realidad me sentí mucho más confiado y alerta ante todo lo que se venía. Pasaron varios días.

Eran las 6.pm, aún faltaba media hora para cerrar la librería, la gente fluía por los pasillos del centro comercial, yo no dejaba de ver el reloj. Así recuerdo ese día, hace ya más de treinta años, mi socio y primo César me había dejado solo ese fin de semana, pues enamorado viajaba para Caracas cuando el dinero lo dejaba, ! mejor¡ así no estaría para hacerme preguntas, era difícil explicarle a alguien como él (por escéptico no por bruto) el motivo de mi ansiedad, ¿Cómo decirle que en unas horas supuestamente iba a ver con mis propios ojos unos seres que supuestamente eran extraterrestre?. !No es fácil¡ 

Ahora, años después de esa aventura, me atrevo a escribirla para que crean o no en este historia
 de mi juventud, cuando me encantaba explorar lo desconocido y meterme en donde nadie se había metido.

Mis pensamientos regresaron a la realidad cuando un niño gordo entro al establecimiento de manera intempestuosa, gritándome que le vendiera unas barajitas del "chavo del 8", populares para aquél entonces, y que constituían en ese momento, motivo de nuestros ingresos más fuertes. Despaché al párvulo rápidamente para poder alistarme para salir, cuando recibí la llamada para convocarme a la gran cita. A las 7.30pm en casa de Victoriano.

Por supuesto, allí estaba como un clavel, justo a las 7.30, de manera que no adujeran alguna excusa para no llevarme. Me había ido a pie, puesto que Victoriano vivía cerca de mi casa. Allí me encontré con las personas que habían asistido religiosamente a todas las convocatorias hechas por Eduard. Vestidos de blanco todos, parecíamos médicos o enfermeros. Luego ví entre los asistentes a un  primo de mi compadre Octavio, Antonio Rodríguez, que cargaba una cámara de vídeo, casi tan grande como las actuales cámaras de que usan los camarógrafos de exteriores actuales. Me extrañó el asunto, y me le acerqué para preguntarle sobre su aparato y su misión en ese sitio. Me dijo que Eduard lo había contactado y que unos amigos le contaron todo sobre los acontecimientos que iban a suceder esa noche. Eso me dejó perplejo, ya que entre las instrucciones impartidas estaba la de no tomar fotografías.

Se había alquilado o prestado un autobús con capacidad de 45 puestos, me acuerdo que el mismo tenía  las letras U.C.O (Universidad Centro Occidental), lo cual me llamó poderosamente la atención. Alguien seguramente presente, debía ser un personaje "pesado" de la universidad para que ese Bus estuviese ahí.

El tiempo transcurría y no abordábamos el transporte, la gente comenzaba a impacientarse, la gente preguntaba el porqué del retraso. Nadie daba respuestas. Eduard no aparecía. Victoriano reflejaba en su rostro la angustia que todo eso le causaba. ¿Dónde está Eduard? ¿Por qué no llega?. Recibe una llamada telefónica, Eduard le comunica que ha sido suspendido el encuentro hasta nuevo aviso, hubo complicaciones a última hora y "Los Hermanos " no le dieron más detalles. Será otro día. Victoriano con la cara desencajada me miró frustrado. Le comunicó la mala noticia a todos, pero la gente quería saber más y él no podía contestarles. !Esperemos a Eduard¡ les dijo casi alterado. !espérenlo, ya viene¡ volvió a decir casi enojado. Transcurrió una hora más hasta que llegó Eduard en una motoneta, supuestamente de Acarigua, por que allí lo habían contratado para un trabajo de tapicería. Su aspecto era nervioso y molesto. La gente lo escuchaba buscando respuestas. No hubo ninguna, las cosas que decía eran difusas y confusas. No terminaba de ser coherente. A mí me pareció que algo ocultaba.

Pasaron tres días, y volvimos a ser convocados a la misma hora y en mismo lugar, igualmente vestidos de blancos, a diferencia de la otra noche, ese día había Luna Llena y resplandecía señorial, yo diría que con todo su esplendor selénico, el cielo estaba despejado, sin ninguna nube perturbadora, la temperatura fresca y confortante. En esta ocasión observé mejor a los asistentes y pude ver que habían caras nuevas, entre ellas un muchacho con lentes y bigotes, que también estaba como en una posición observante, en un momento cruzámos las miradas y trató de esquivarme para pasar  desapercibido, al rato se me acercó y me preguntó de dónde venía, ya que había oído que asistirían personas de Caracas y Valencia. 

Me pareció preocupado y me hizo comentarios sobre lo extraño de la desaparición de Eduard la otra noche, y me confesó que le estaba invadiendo un escepticismo, sin mostrarle mucho asombro a su comentario le dije que a mí también me olía mal el asunto. Total que entablamos una interesante conversación en la cual me enteré que era estudiante del Politécnico de Barquisimeto, y que estaba interesado en el fenómeno OVNI, desde que vio cuatro naves volar sobre el cielo de Barquisimeto, por lo que desde allí comenzó su exploración intelectual en esos caminos, que a igual que  a mí lo ha llevado a distintas experiencias tan interesantes, por lo que que no quiso perder esta oportunidad, a pesar de sus dudas. Distraídos no nos habíamos percatado que el tiempo transcurría, el transporte no llegaba y la gente comenzaba a impacientarse.

A las 8.30 pm una hora después apareció el bus, rápidamente abordamos el mismo, el estudiante del Politécnico y yo, nos fuimos a los últimos puestos y nos sentamos al lado de las ventanas, de manera que pudiéramos observar sin problema la ruta que recorreríamos.

Arrancamos rumbo al Este hacia la salida de Barquisimeto camino a Acarigua, en aquél tiempo la Intercomunal estaba recién inaugurada, de manera que comenzamos a bajar por Santa Rosa, pasamos Cabudare y nos dirijimos hacia La Piedad , me parecía que nos íbamos de viaje hacia Acarigua pero antes de llegar a la Estación de gasolina   de La Campiña cruzamos a la izquierda por un camino que conduce actualmente al club de Golf de Barquisimeto, que para aquel entonces apenas estaba arrancando.

Creo que todos nos sorprendimos, ya eran las 9 de la noche y el sitio, totalmente rural y campestre no era muy seguro que digamos. La ruta la conocía porque con mi primo Álvaro íbamos los fines de semana a "jugar" golf, puesto que  su papá y mi hermano eran miembros fundadores.

La carretera era sumamente angosta y estaba en muy mal estado , por lo que el autobús tuvo que ir despacio, aprovechando nosotros para observar mejor hacia donde nos dirigíamos. La claridad de la Luna era perfecta, casi que no se necesitaba la luz de los faros, de pronto el autobús giró a la izquierda y salíendose del camino hacia el club de Golf,  cogió por un sendero como el que forma el ganado cuando pasa muchas veces por un lugar, el monte de la orilla del camino estaba bastante alto y no dejaba ver más allá de lo imprescindible, el transporte brincaba haciendo incómodo el trayecto, de repente el tramo del sendero terminó y entramos a un gran terreno totalmente "pelado" en forma de herradura. Cálculo su extensión de 2.000 mts2 aprox. Me daba la impresión que era un campo de béisbol rústico, debido a la forma que se asemejaba como dije antes a una herradura.

El autobús se estacionó al extremo de la "garganta" de la herradura, es decir, de la apertura que aparentemente daba hacia un caminito angosto, peatonal me imagino. Nadie se bajó hasta que Victoriano dio la orden que lo hiciésemos. Me parecía que estaba en una película de misterio, me acordaba de aquella famosa película de Steven Spielberg "Contactos de Tercer Tipo", cuando todo un grupo de gente heterogénea aguardaba la llegada de la nave madre, observaban el vuelo de las "pequeñas" naves exploradoras y extasiados esperaban el regreso de sus seres queridos.

Bueno, esa escena la tengo grabada en mi mente, los rostros de las personas entre temerosas y alegres, a mí particularmente me entró una calma intensa, como si tuviese todo controlado. Veía detalladamente a todos, sobre todo a Eduard y sus compañeros, no les quitaba la vista.

Se nos ordenó situarnos a cierta distancia de la "boca de la herradura", supuestamente allí se presentarían los  "Los Hermanos Mayores. Victoriano estaba excitado y no podía ocultar su gran emoción, yo me quedé observando el cielo, estaba magníficamente hermoso, sin las luces de la ciudad que estorbaran, y sin nubes que molestaran, la luna y las estrellas eran claramente visibles, la vía láctea se reflejaba impetuosa con sus misterios y su grandeza. La noche era 100%
diáfana, podía ver a todos sin necesidad de linternas.

Mi amigo y yo nos situamos en un sitio estrátegico que nos permitía visualizar todo el acontecimiento sin que nadie nos molestara. No dejaba de fisgonear al cielo  buscando señales de la nave que supuestamente iba aterrizar. Casi todos hacían lo mismo, extrañamente Eduard y su gente no estaban aparentemente preocupados por el cielo, los veía nerviosos mirando hacia el montarrascal, como buscando algo.

  De repente se rompió la calma del sitio, dos automóviles entraron súbitamente al terreno y frenaron violentamente levantando una polvareda que maculó los trajes blancos de una mayoría que casi no se daban cuenta de lo que estaba pasando. De los carros se bajaron presurosos unos jóvenes que se dirijieron hacia Victoriano para saludarlo y preguntarle si se habían perdido de algo. Él les contó que nada había sucedido, también se bajaron de los vehículos unas señoras ya mayores que cargaban en sus manos sendos ramos de rosas rojas, se apresuraron para ir hacia" la Boca de la cerradura", las damas venían de Maracay y aparentemente fueron invitadas por Victoriano. 

Ya éramos aproximadamente unas 70 personas que estabámos allí para presenciar el magno acontecimiento. La señoras recién llegadas esparcieron las rosas por todo el piso de la entrada de la Boca. Al terminar se colocaron casi al frente del mismo. Eduard se colocó en la punta de la fila de personas, sus amigos a sus costados.

Una brisa levemente fuerte comenzó a batirse sobre el terreno levantando una neblina de polvo que enrareció por un momento la escena, el frío me penetró hasta los huesos llevándome instintamente a sobarme las palmas de las manos con vigor para entrar en calor, casi todos hicieron gestos similares, el viento los había arropado.

El soplo repentino tuvo su efecto silenciador, hubo una calma en la que sólo se oían los grillos y alguno que otro sapo desentonado. Todos mirábamos el firmamento bellamente estrellado, cuando de repente sonó un ruido estrepitoso parecido a una alarma de carro, inmediatamente busqué donde se originaba el ruido y dentro del matorral se vieron unas luces semejantes a la de las ambulancias, las llamadas "cokteleras" que giraban,roja y amarilla, todo se veía entre las espigas del gamelotal, por lo que era difícil precisarlas. Inmediatamente me fijé en Eduard, se mostraba ansioso, tenía en una de sus manos una linterna apagada. ¿Para qué si estaba terminantemente prohibido usarlas?. 

La emoción se transformó en algarabía, todos a la vez querían hablar. !Míralo¡ -gritaban algunos
¿Cuándo aterrizó?- decían otros. Al momento reinaba la confusión, cuando de lejos se ven tres figuras que se acercaban por medio del pajonal, se dirijían hacia nosotros a un paso relativamente rápido, caminaban como robots, mientras se acercaban el silencio volvió a campear en el terreno. Eduard hizo señas de que nos calláramos y nos quedarámos en donde estábamos. 

Las tres figuras iban casi juntas, una era más alta que las demás, estaban vestidos como con una malla parecida a la que usan los buzos, los rostros no se apreciaban lo suficiente para poder describirlos. La rigidez de sus cuerpos les daban un extraño aspecto de estatuas o muñecos vivientes. Mi amigo y yo nos fuimos acercando poco a poco para poder apreciarlos mejor. Eduard al verlos ya entrar al sitio asignado para su colocación, les habló en alta voz: !Bienvenidos Hermanos! Que la paz los acompañe, esperamos ansiosos vuestros mensajes. Al terminar, guardó silencio unos segundos esperando respuesta. El "ser" que era el más alto, se adelantó dos pasos y comenzó a hablar con voz fangosa y visiblemente engolada. Que quee ...Tartamudeó,:- el amor esté con vosotros,- yooo eeesstoy- siguió tartamudeando.

 A Eduard yo lo vigilaba constantemente, lo ví subir repentinamnete la mano donde tenía la linterna y la prendió fugazmente para iluminar al "ser" momentáneamente. Este hizo como si se hubiese asustado y comenzó a retirarse junto con los demás con el mismo singular paso robótico que lo había traído pero muchísimo más rápido, diría casi corriendo.

En ese momento me dí cuenta del engaño y salí furioso hacia donde se encontraba Eduard y le dije lo que le había visto hacer, él lo negó rotundamente, yo para no seguir discutiendo me dirijí hacia donde se habían ido los supuestos "seres" para darles alcance, mi amigo me siguió, solo él y yo nos atrevimos a seguirlos.Salimos corriendo, mi amigo del Politécnico y yo, por un estrecho sendero ladeado de un monte muy alto que oscurecía el camino impidiendo verlo claramente y ninguno de los dos teníamos linternas, llegamos hasta que el monte nos cortó el paso y el caminito se acabó, delante de nosotros se hallaba una "pared" de paja, se notaba doblada por lo que deducíamos por allí se fueron. Nos nos quedó de otra que retirarnos con la frustración de no haberlos alcanzados.
Al  llegar donde estaba Eduard le pedí la linterna y me la negó sin ninguna explicación, nos dijo que no era conveniente seguir a los "Hermanos" puesto que se habían sentido en peligro. Traté de quitársela y forcejamos al punto que ya íbamos a entrar a una riña a golpes cuando llegó Victoriano también con cara de frustración y confusión preguntándole a Eduard por lo sucedido. Su aparición apaciguó la acción de ambos. Atrás de él venían las señoras de Maracay muy agitadas y casi llorando por lo sucedido, también haciendo preguntas sin que Eduard les contestara.


Personas iban y venian, se paraban a la orilla del terreno y gritaban como si que los supuestos alienígenas les iban a contestar.

Victoriano se acercó y me dijo que los "hermanos habían presentido un "ataque" de otros alinienígenas que presuntamente no les interesaba que los humanos  nos enteráramos de los secretos del Universo.¿? . esto según le había contado Eduard.

Por nuestra parte, pensaba que mañana muy temprano vendría a inspeccionar la zona.

Nos retiramos hacia el bus y todos partimos en un sepulcral silencio hacia Barquisimeto.
Los viejos tristes, los más jóvenes confundidos, y nosotros indignados.

!Mañana.. amanecerá y veremos.