Hablan sin pedirme nada.
Llenan de luz mi alma,
Son maravillosos faros de
esperanza.
Tu sonrisa viene antes de la brisa,
Que refresca mi vista y fortalece
mi palabra,
Una carcajada espontánea sale
alegre de tu alma,
Bendito Dios por la música que
emanas.
Tus ojos son dos ventanas abiertas
Que invitan al mundo a asomarse a
ellas,
Veo a través de su luz mucha
inteligencia, y
Un Universo de Amor para dar,
Me vuelvo a asomar curioso,
Para ver que más encuentro,
Un poco de soledad,
y algo de misterio.
Un acompañante tendrás
Que irá contigo en la vida
Sabrá valorar ese espíritu rebelde,
Que magnetiza y enamora a todos,
Ese acompañante tiene nombre, la
sabiduría.
Dios te ha dado sin temor muchos dones,
Una belleza sin par, de nobleza humana,
Destellos de relámpagos tu piel esplendorosa,
Con olor a chocolate caliente.
Que emanan dulzura plena,
Pero es tu alma de Mujer,
La que embelesó a mi alma,
Pues muchos te aman, en el silencio
de tus andanzas.
Autor. Alí Hernández Abrahan
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